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Integración laboral

España, a la cola en integración femenina en el empleo

Un informe elaborado por PwC sitúa a España en la posición número 23 del ránking de 27 países de la OCDE. En nuestro país, la mujer representa el 60% de los universitarios y el 45% del mercado laboral. Pero hay esperanzas.

23.07.2014

España está situada en la parte baja de los países de la OCDE en materia de integración de la mujer en el mundo laboral. Concretamente, ocupa la vigésima tercera posición de veintisiete en un ranking liderado por los países nórdicos (Noruega, Dinamarca y Suecia) y solamente supera a Japón, Italia, Grecia y Corea, según el índice PwC Women in Work.

Este ranking se elabora a partir de cinco indicadores clave: la igualdad con los hombres en su nivel de ingresos, la proporción de mujeres en el mercado laboral, tanto en términos absolutos como en relación con el porcentaje de los hombres, la tasa de desempleo de las mujeres, y la proporción de mujeres empleadas a tiempo completo. De hecho, España empeora su posición en comparación con el año anterior debido al incremento de la brecha salarial y a la tasa de desempleo femenino, provocado, en gran parte, por la difícil situación macroeconómica del último año.

En España, según el informe Women as Leader: Inspirando, elaborado por PwC e Isotes, la mujer representa el 60% de los universitarios y el 45% del mercado laboral. Sin embargo, existe un desequilibrio entre estas cifras y su papel en los cargos directivos. En algunos casos, como por ejemplo la presencia de mujeres en direcciones funcionales (asesoría jurídica, recursos humanos, dirección financiera, etc.), se ha incrementado el porcentaje de un 19% a un 22% en los últimos dos años. También el número de consejeras crece, pasando de un 11% en 2012 al 16% de la actualidad. Sin embargo, con estos ritmos de crecimiento, no se prevé alcanzar el objetivo del 40% establecido por la Ley de Igualdad y por la propuesta de directiva europea.

Pero el informe destaca algunos factores de peso que deberían impulsar fuertemente el avance en materia de diversidad. En primer lugar, los cambios normativos. En este sentido, la propuesta de directiva comunitaria que exige que en 2020 un 40% de los consejeros de las cotizadas sea del género menos represando es un buen ejemplo. En segundo lugar, los inversores comienzan a cuestionar la falta de diversidad en los consejos de administración. Por último, diversos estudios demuestran que las mujeres compran más del 65% de productos de consumo y cerca del 50% de los productos de inversión, por lo que las empresas con mujeres en puestos clave estarán mejor preparadas para aprovechar este segmento y aprovechar las múltiples oportunidades en lo relativo a la gestión de clientes.