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Entrega de los premios de Cultura gitana

De Triana a los campos de concentración: la larga lucha de los gitanos

 Con Camarón en el alma y con Paco de Lucía en el recuerdo. Con orgullo y con denuncia. Con la fiesta en el cuerpo que las ‘fatigas’ no apagan. Y, sobre todo, con las ganas de demostrar que el techo sólo lo ponen ellos, los gitanos celebraron el 8 de abril el Día Internacional de su pueblo con la gala de entrega de los Premios de Cultura Gitana organizados por el Instituto de Cultura Gitana y el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte

28.04.2014

Detrás de cada premiado hay una historia. Como la del galardonado con el Premio de Pintura y Artes Plásticas, el pintor Gabi Jiménez, que lucha con sus cuadros contra la discriminación y promete quemar sus pinceles “cuando el pueblo gitano sea libre”.  O la de los hermanos Amaya, dos futbolistas que pasean su ‘gitanidad’ por los campos de medio mundo “con la cabeza bien alta”.

Pilar Távora, premiada en la categoría de Literatura y Artes Escénicas, expresó con palabras lo que muestra con su cine: “Debemos utilizar todos los herramientas que tengamos para derribar los clichés y los muros”. En la categoría de Jóvenes Creadores, David Barrull, ganador del concurso de televisión La Voz, animó a los jóvenes gitanos “a lanzarse y demostrar lo que valen”. Y el “¡Viva mi pueblo!” de Lole Montoya con el premio a su carrera musical en la mano, levantó al auditorio.

Pero también hubo tiempo para ponerse serios. Con la denuncia del periodista de El País, Miguel Mora, que tanto ha escrito sobre “este pueblo perseguido y exterminado, tratado como un chivo expiatorio por los políticos mediocres de Europa”. Suyo fue el premio de Comunicación. O con el testimonio de Hristo Kyuchukov, un gitano búlgaro experto en psicolingüística romaní premiado en Investigación, que alertó sobre el racismo contra los gitanos en los sistemas educativos de la mayoría de los países de Europa.

Ricardo Pachón, Premio a la Concordia, denunció el desmantelamiento del “mejor modelo de integración”, el del barrio de Triana en Sevilla, de donde han sido expulsados los gitanos y confinados en el barrio de las 3.000 viviendas, donde se está perdiendo la esencia de este pueblo. Pachón, licenciado en Derecho y con estudios internacionales, es el productor de discos tan emblemáticos como “La leyenda del tiempo”, máximo exponente del Flamenco, considerado “seña de identidad de toda España”.

Pero la historia más conmovedora fue la del Premio a Toda una Trayectoria, Jean Sarguerá, el Tío Pipo, un gitano nacido en un campo de concentración en 1942, cuya familia logró escapar y deambular por Europa hasta que la guerra terminó. Todo un ejemplo de lucha y coraje en los tiempos más difíciles imaginables.

La apoteosis llegó con los acordes del “Yo soy gitano”, la máxima expresión de la forma de ser del gitano: generoso y apegado a los suyos. Ese gitano al que Camarón cantó como nadie y al que García Lorca escribió para la historia. Y que tratando de superar los estereotipos, quiere que su voz sea tenida en cuenta en España y en Europa.