El dolor como arte y el arte como terapia
Talleres de autorretrato. El dolor ante la cámara. El arte como terapia. Dos mujeres que no se entienden. El Norte y el Sur. Esto y mucho más es el proyecto "Her/Story.Women behind the camera", uno de los seleccionados dentro del Programa de Diversidad Cultural e Intercambio Cultural de los EEA Grants.
07.10.2014
“Elige la emoción más difícil para ti. Empieza fingiéndola, acaba sintiéndola y termina con un grito silencioso. Hazte cinco autorretratos durante ese proceso”. El resultado es el ser humano en toda su complejidad. Esta es la base del trabajo de la artista barcelonesa Cristina Núñez. Convertir las emociones en arte… Rozando la polémica. Y es lo que ha aplicado al proyecto "Her/Story.Women behind the camera", financiado dentro del Programa de Diversidad Cultural e Intercambio Cultural de los EEA Grants, operado por la Embajada de Noruega en España.
El proyecto comenzó como una colaboración entre Cristina Núñez y la artista noruega Lotte Konow Lund. Pero el arte tiene sus propios caminos y el resultado final trasciende el objetivo inicial y sorprende: la interacción de Cristina Núñez con tres facetas de la sociedad noruega. En primer lugar, con el arte contemporáneo en forma de dos vídeos que recogen el diálogo con la artista noruega; en segundo lugar, con las nuevas generaciones, a través de un taller con un grupo de estudiantes de la Oslo FotoKunstskole; y por último, con las mujeres en las prisiones de Bredtveit (Oslo) y Brians 1 (Barcelona). Las fotografías y el vídeo se han expuesto en Oslo, Barcelona y Madrid.
A todas las participantes les propuso lo mismo: hacerse un autorretrato al tiempo que experimentaban sus emociones más extremas y difíciles. “El resultado suele causar rechazo pero yo les ayudo a ver la belleza en cada fotografía porque la obra de arte tiene multiplicidad, contiene una cosa y lo opuesto, igual que el ser humano”, explica la artista. Porque da igual si estás en la cárcel con la vida rota o eres una mujer de clase media con la vida por delante, las emociones nos igualan. Y la fotografía puede ser una terapia para descubrirnos, entendernos y aceptarnos.
Es lo que ella hace en sus talleres The Self-Portrait Experience que imparte en España, Italia o Estados Unidos. Y a partir de ahora en Noruega, porque el proyecto no termina aquí, sino que trasciende los fondos y se mantiene la colaboración entre la artista y Noruega, cumpliendo así uno de los objetivos de los EEA Grants: fortalecer las relaciones bilaterales de forma duradera en el tiempo.